Óleo sobre tabla con importante marco flamenco ebonizado y dorado de época: 30 x 22 cm, medidas: 63 x 60 cm enmarcado. Hans Holbein el Joven (Alemania, 1497–1543) fue un destacado pintor y grabador alemán que además de ser uno de los maestros del retrato del siglo XVI diseñó portadas de libros, vidrieras y joyas. Hans Holbein vivió los tiempos de la reforma protestante en Alemania, se adscribió a ella y ahí consiguió numerosos clientes como Erasmo de Róterdam. Fue él quien lo recomendó para ir a Inglaterra a buscarse la vida, y encontró un filón de mecenas, desde Tomás Moro hasta Ana Bolena o Thomas Cromwell. El rey Enrique VIII lo nombró su pintor oficial y ahí pudo dar rienda suelta a su creatividad y talento. No solo hizo cientos de retratos, del que ya era maestro, sino todo tipo de temáticas. A menudo introducía todo tipo de simbolismos, trampantojos y experimentos en los cuadros junto a los retratados. De un realismo inusual para la época, su pintura era extremadamente precisa. Gracias a él sabemos cómo eran Erasmo o Moro (esos retratos son putas fotografías), pero al parecer Holbein era demasiado perfeccionista y nunca quedaba del todo satisfecho con su obra. Cada pelo, cada poro de piel, cada hilo de un vestido eran importantes. Bibliografía de referencia: Foister, Susan; Ashok Roy; & Martyn Wyld. Making & Meaning: Holbein’s Ambassadors. Londres: National Gallery Publications, 1997. ISBN 1-85709-173-6. Procedencia: propiedad de una importante colección particular, Barcelona.
Óleo sobre tabla con importante marco flamenco ebonizado y dorado de época: 30 x 22 cm, medidas: 63 x 60 cm enmarcado. Hans Holbein el Joven (Alemania, 1497–1543) fue un destacado pintor y grabador alemán que además de ser uno de los maestros del retrato del siglo XVI diseñó portadas de libros, vidrieras y joyas. Hans Holbein vivió los tiempos de la reforma protestante en Alemania, se adscribió a ella y ahí consiguió numerosos clientes como Erasmo de Róterdam. Fue él quien lo recomendó para ir a Inglaterra a buscarse la vida, y encontró un filón de mecenas, desde Tomás Moro hasta Ana Bolena o Thomas Cromwell. El rey Enrique VIII lo nombró su pintor oficial y ahí pudo dar rienda suelta a su creatividad y talento. No solo hizo cientos de retratos, del que ya era maestro, sino todo tipo de temáticas. A menudo introducía todo tipo de simbolismos, trampantojos y experimentos en los cuadros junto a los retratados. De un realismo inusual para la época, su pintura era extremadamente precisa. Gracias a él sabemos cómo eran Erasmo o Moro (esos retratos son putas fotografías), pero al parecer Holbein era demasiado perfeccionista y nunca quedaba del todo satisfecho con su obra. Cada pelo, cada poro de piel, cada hilo de un vestido eran importantes. Bibliografía de referencia: Foister, Susan; Ashok Roy; & Martyn Wyld. Making & Meaning: Holbein’s Ambassadors. Londres: National Gallery Publications, 1997. ISBN 1-85709-173-6. Procedencia: propiedad de una importante colección particular, Barcelona.
Testen Sie LotSearch und seine Premium-Features 7 Tage - ohne Kosten!
Lassen Sie sich automatisch über neue Objekte in kommenden Auktionen benachrichtigen.
Suchauftrag anlegen