LALIQUE FRANCE (1921). Sujetalibros “Coq nain”, colección "mascotas". Vidrio transparente y esmerilado, satinado, moldeado y acabado a mano. Firmado en la base: Lalique France. Medidas: 23 x 9 x 10 cm Conjunto de dos sujetalibros montados a partir de dos figuras de Coq nain (gallo enano) de los años ’50. Originalmente diseñados y creados en 1928 por René Lalique. El diseño formaba parte de la colección “mascotas” que decoraban los capós de los automóviles de lujo de la época montados sobre el tapón del radiador. Además, se iluminaban por la noche. Sus mascotas eran muy solicitadas por los magnates de todo el mundo para sus lujosos coches y limusinas. En origen, la firma Lalique fue fundada por René Jules Lalique (1860 – 1945), uno de los más destacados vidrieros de la época, y de los primeros en esculpir el vidrio para grandes obras monumentales, como las fuentes de los Campos Elíseos. Gozó de un gran reconocimiento gracias a sus originales creaciones de joyas, botellas de perfume, vasos, platos, etc., dentro de los estilos Art Nouveau y Art Déco. Se formó con el joyero parisino Louis Aucoq, y después continuó sus estudios en el Sudenham Art College de Londres. La excelencia de sus creaciones y el gusto que aplicaba a sus obras le valieron importantes encargos para la decoración interior de barcos, trenes como el Orient Express, iglesias como la de San Nicasio en Reims y numerosa orfebrería religiosa y civil. Lalique no se contentaba con diseñar sus modelos, sino que fundó también una fábrica para producir en grandes cantidades, patentando varios novedosos procesos de fabricación del vidrio, y varios efectos técnicos como el “satinado Lalique” o el vidrio opalescente. Se conservan piezas de Lalique en destacados museos como el Corning Museum of Glass y el Metropolitan de Nueva York, el Louvre o el de Orsay en París, entre muchos otros. René Lalique murió en 1945 y su hijo Marc tomó el timón. Su inclinación, técnica y sus conocimientos lo llevaron a renovar y modernizar la fábrica de Wingen-sur-Moder, y Lalique se convirtió rápidamente en uno de los mejores fabricantes de cristal, no solo en Francia sino en todo el mundo. El contraste entre la transparencia pura y el brillo satinado se convirtió en el sello distintivo de Lalique, en casa y en el extranjero. Tras la muerte de Marc Lalique en 1977, deja al mando de la Cristallerie Lalique a su hija Marie-Claude.
LALIQUE FRANCE (1921). Sujetalibros “Coq nain”, colección "mascotas". Vidrio transparente y esmerilado, satinado, moldeado y acabado a mano. Firmado en la base: Lalique France. Medidas: 23 x 9 x 10 cm Conjunto de dos sujetalibros montados a partir de dos figuras de Coq nain (gallo enano) de los años ’50. Originalmente diseñados y creados en 1928 por René Lalique. El diseño formaba parte de la colección “mascotas” que decoraban los capós de los automóviles de lujo de la época montados sobre el tapón del radiador. Además, se iluminaban por la noche. Sus mascotas eran muy solicitadas por los magnates de todo el mundo para sus lujosos coches y limusinas. En origen, la firma Lalique fue fundada por René Jules Lalique (1860 – 1945), uno de los más destacados vidrieros de la época, y de los primeros en esculpir el vidrio para grandes obras monumentales, como las fuentes de los Campos Elíseos. Gozó de un gran reconocimiento gracias a sus originales creaciones de joyas, botellas de perfume, vasos, platos, etc., dentro de los estilos Art Nouveau y Art Déco. Se formó con el joyero parisino Louis Aucoq, y después continuó sus estudios en el Sudenham Art College de Londres. La excelencia de sus creaciones y el gusto que aplicaba a sus obras le valieron importantes encargos para la decoración interior de barcos, trenes como el Orient Express, iglesias como la de San Nicasio en Reims y numerosa orfebrería religiosa y civil. Lalique no se contentaba con diseñar sus modelos, sino que fundó también una fábrica para producir en grandes cantidades, patentando varios novedosos procesos de fabricación del vidrio, y varios efectos técnicos como el “satinado Lalique” o el vidrio opalescente. Se conservan piezas de Lalique en destacados museos como el Corning Museum of Glass y el Metropolitan de Nueva York, el Louvre o el de Orsay en París, entre muchos otros. René Lalique murió en 1945 y su hijo Marc tomó el timón. Su inclinación, técnica y sus conocimientos lo llevaron a renovar y modernizar la fábrica de Wingen-sur-Moder, y Lalique se convirtió rápidamente en uno de los mejores fabricantes de cristal, no solo en Francia sino en todo el mundo. El contraste entre la transparencia pura y el brillo satinado se convirtió en el sello distintivo de Lalique, en casa y en el extranjero. Tras la muerte de Marc Lalique en 1977, deja al mando de la Cristallerie Lalique a su hija Marie-Claude.
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